EL MENSAJE DE PALALLA

El padre Pablo Laguna Llano -PALALLA- como lo hace todos los años envió desde Bilbao, España, su mensaje de paz y esperanza de Navidad y fin de año. Vale la pena compartirlo con todos los que se acerquen al blog.
"Al término del 2007 y renovando sueños e ideales para el 2008, nos disponemos a celebrar estas nuevas fechas navideñas.
La barbarie consumista que nos envuelve y la programada felicidad simbolizada en las burbujas del champán nos remiten y nos obligan a pararnos en seco y preguntarnos: ¿de qué hablamos y qué es lo que celebramos?
Hablamos y celebramos un acontecimiento: el nacimiento de un niño en la sencillez y anonimato en Belén de Judea, que cobra relevancia, justamente, por el modo cómo terminó su vida, crucificado en nombre de Dios. A los pocos días de su muerte, comienza a recorrer un rumor: HA RESUCITADO, VIVE DE NUEVO, HA SIDO EXALTADO POR DIOS.
Es a partir de aquella experiencia pascual que los primeros grupos seguidores del Nazareno empiezan a preguntarse por lo que fue su vida y palabra. Y en este recuperar la vida de Jesús y su Buena Noticia situan su nacimiento como la Buena Noticia de Dios. Ha nacido un salvador: Emmanuel, Dios con nosotros y no contra nosotros.
Celebrar la Navidad es renovarnos en la tarea permanente de reconstruir este mundo, esta historia, esta aldea global que formamos todos, por caminos de fraternidad, de entendimiento, de solidaridad y de perdón.
Es el gran rumor que no para: En Jesús, muerto y resucitado, los sueños de esta vieja humanidad tienen salida. Las guerras, el terrorismlo de todo signo, la intolerancia, la injusticia, las idolatrías del poder y no todas las ideologías, la exclusión de tantos millones de mujeres y hombres de la mesa común de la dignidad, todo ello no es la última palabra de la historia.
Al ser humano no lo salva ni el poder, ni las ideologías ni los mejores programas económicos. El ser humano sólo es salvable desde el amor, cuando todo poder, toda ideología y todo programa económico tenga como horizonte el servicio a todo ser humano y preferentemente a todos los últimos. Y no haga de todos los excluidos una excusa para sus propios intereses y ambiciones.
Cuando todos los que gobiernan, de cualquier signo, recuperen vivencialmednte la común dignidad de todo ser humano; cuando los que tienen autoridad religiosa la vivan como un servicio desde abajo y no como imposición y dominio desde arriba; cuando cada uno de nosotras y de nosotros aprendamos a ver al otro como un ser humano, como una persona, como un alguien que reconozco y no como algo que uso, me sirve y utilizo; cuando vayamos realizando en todos nosotros esta reconversión de no vernos frente al otro sino con el otro, entonces la Navidad sí irá recuperando su sentido porque todo el año es Navidad y todo el año es pasión: la vida de Jesús como don, ofrenda y regalo para toda la humanidad.
Es la invitación a toda mujer y a todo hombre de buena voluntad SIGUIENDO AL SEÑOR, VIVIR PARA LOS DEMAS Y NO A COSTILLAS DE LOS DEMAS.
Mis queridos amigos, hermanos. Que la alegría de estas fechas sean el signo exterior de todo un año donde hemos dejado nacer al niño de Belén, porque nuestras vidas han tenido entrañas de misericordia.
Que vuestros hogares, vuestas familias, más allá de sus propias dificultades y nuevos horizontes, sigan manteniendo y pontenciando la cultura de la gratuidad. El amor, entrañas de misericordia, por encima de toda situación y adversidad. Un abrazo.

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