EL ESTALLIDO DE ARSENAL

Del barrio de Sarandí, aquel club que pergeñaron a principios del año 57 los Grondona, los Caruso y tantos vecinos de la calle Independencia al 500 tuvo su puntapié de partida.
La ilusión de esos jóvenes era oficializar una institución que los representara, con el fútbol como estandarte pero con el objetivo de encontrar un lugar de reunión.
Allí había hinchas de Independiente y de Racing, los que decidieron juntar los colores, celeste y blanco y rojo, para distinguir la divisa del Arsenal F.C.
Cincuenta años más tarde Arsenal de Sarandí acaba de sumar su mayor logro en la historia futbolística, el título de la Copa Sudamericana con el técnico rafaelino Gustavo Alfaro, junto a Humberto Zuccarelli y un plantel que supo amalgamar juventud y experiencia para conseguir en cancha de Racing un logro inolvidable, con ese gol de Martín Andrizzi que seguramente quedó en la historia, porque hasta el gol llegó del esfuerzo y del corazón puesto al servicio de la causa.

Algo de historia

Este estallido de Arsenal puede sorprender por su rapidez, teniendo en cuenta la juventud del club y sus comienzos, pero no hace más que rarificar que cuando las cosas se hacen bien, con el corazon y la inteligencia, se pueden conseguir los objetivos más increíbles.
Arsenal en sus comienzos hace recordar aquel club de Sacachispas, que inventó Ricardo Lorenzo BOROCOTO, el padre del actual diputado nacional, quien como periodista y escritor imaginó el club, lo alentó en sus escritos y terminó generando el origen de Sacachispas. Incluso el cine llevó la historia a la pantalla con la película Peloto de Trapo, interpretada por Armando Bó y años más tarde con el aggionarmiento, que significó Pelota de Cuero (Se oyo ruido de pelota/ y no sé y no sé qué será/ el el team de Sacachispas/ que ya viene que ya viene de ganar).
Arsenal tiene esas mismas raíces del barrio que quiso expresarse en un club. Se convirtió en escuela de dirigentes, porque más allá de las expresiones y las polémicas que pudieran provocar los nombres de Julio y Héctor Grondona ambos fueron presidentes del club y de Independiente, y Julio sigue siendo titular de AFA desde abril de 1979 y desde hace varios años es vicepresidente de FIFA (Héctor jugó en Arsenal al igual que su hijo Gustavo).
En lo futbolístico, Arsenal siempre se caracterizó por dar prioridad al sentimiento barrial. Por eso no debe extrañar que en sus records encuentre jugadores, directivos, técnicos que han llegado para quedarse mucho tiempo. El ejemplo más notorio ha sido ese entrenador, de apellido Elena, que estuvo trece años consecutivos, para irse por el cansancio o la edad, convirtiéndose en una especie de Ferguson actual.
Días pasados encontramos al arquero Luque, un rosarino que llegó al club desde Central Córdoba y que estuvo muchos años en aquellos equipos de los 70.
En tiempos de la vieja Primera B, Arsenal era el permanente animador y era una delicia verlo en acción en los campos de juego con futbolistas como Miguel Angel Molnar, Hugo Berasategui, Chamaco Ramirez, Pampa Lopez, Caicedo, Urtazun, apodado Banana, hoy preparador físico de la selección juvenil, a la sazón hijo de un recordado presidente, conocido por todos como Carlín, quien trabajaba en el Corralón de Lombardi y Grondona. No se puede olvidar tampoco que en inferiores se armó futbolísticamente Jorge Burruchaga, que después jugó en Independiente y en Europa, y que fue campeón del mundo 86 con Argentina, jugando al lado de Diego Maradona, y anotando el gol del triunfo ante Alemania.

El crecimento

El club, que ascendió de la última categoría del fútbol argentino apenas fundado, fue escribiendo páginas en la B y un buen día llegó el ascenso a primera en aquellas finales con Gimnasia de Concepción del Uruguay, el equipo que dirigía Jorge Vendakis.
En Primera Arsenal fue ocupando su lugar.Con la bandera de la humildad, se hizo conocer. No olvidemos, por ejemplo, que le dio platfond a un técnico como Jorge Burruchaga.
Y llegó en su momento Gustavo Alfaro como técnico, que supo repetir lo realizado en Quilmes, incluso armó un equipo con algunos de esos futbolistas que tuvo en el Cervecero, con los que ascendió a Primera y llegó a las Copas, como Raymonda, Damonte y Garnier.
Junto a ellos trajo a jugadores con experiencia como Mastellán, Cristian Diaz, Cuenca, Mosquera, el interminable Calderón...
Llegó a la Copa Sudamericana y talló fuerte, dejando en el camino a dos grandes de Argentina, River y San Lorenzo, el brasileño Goias, y los mexicanos Chivas y ahora el América.
Precisamdente, en estas finales con el América, fue a la altura de México y ganó 3 a 2. Y en la revancha en Racing perdió 2 a 1 pero alcanzó el objetivo porque los goles de visitantes valen doble. Curiosamente, como en aquel comienzo, Racing e Independiente, que se juntaron para fundar Arsenal, se volvieron a encontrar al producirse el estallido de la Copa. No olvidemos que los Grondona (más allá de los sentimientos encontrados que puedan generar) están ligados con Independiente, Racing puso la cancha para esta gloria final, justamente este Racing que le está alquilando la cancha a Independiente, porque el Rojo está construyendo su nuevo estadio, en fin, todo se enlaza para festejar este titulo del ARSE. Y como para cerrar esta nota con el mejor color, vale recordar que por el torneo juegan el domingo Arsenal e Independiente, para seguir celebrando aquello de cuando un pobre se divierte.

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