BIOGRAFIA DE LA DOCTORA

En su libro Paloma Blanca, la periodista Ana María de Mena brinda una rica biografía de la doctora Julieta Lanteri, primera votante sudamericana. La doctora nació en 1873 y falleció en 1932. Llegó con su familia de Italia cuando Julieta era muy pequeña y se afincaron en La Plata.
Decidió estudiar en el Colegio Nacional, que era el único que en esa época permitía el ingreso a la Universidad. Julieta se inclinó por la medicina, profesión que en ese tiempo estaba vedada a las mujeres y debió tramitar un permiso especial ante el Decano, doctor Leopoldo Montes de Oca para poder estudiar. Se convirtió en la quinta médica egresada en el país y junto a la primera, la doctora Cecilia Grierson fundaron la Asociación Universitaria Argentina.
En 1906 participó del Centro Feminista del Congreso Internacional del Libre Pensamiento realizado en Buenos Aires, junto a la doctora Alicia Moreau, Sara Justo y Elvira Rawson. Un año después se le negó la adscripción a la Cátedra de Enfermedades Mentales por ser italiana. Gestionó la carta de ciudadanía que logró en 1911, la segunda que se dio en el país y solicitó su empadronamiento y en las elecciones para la renovación del Concejo Deliberante de Buenos Aires votó el 26 de noviembre de 1911. El doctor Adolfo Saldías, presidente de la mesa, la felicitó, orgulloso de haber firmado la boleta de la primera sufragista sudamericana. Debe destacarse que este hecho ocurrió cuatro décadas antes de la gesta de Eva Perón, quedando como el gran antecedente del voto femenino en la Argentina.
Se negaba a las mujeres la posibilidad del voto porque el empadronamiento electoral se basaba en el empadronamiento militar. Julieta se presentó ante registros militares en Capital, solicitando ser enrolada. También se animó a presentarse ante el Ministro de Guerra, toda una osadía en ese tiempo.
En 1919 fue postulante a una banca en el Parlamento nacional, convirtiéndose en la primera mujer candidata. En la Plaza Flores, también en ese año, hubo un simulacro de votación callejera, y por supuesto lo encabezó Julieta, con la asistencia de dos mil personas. Esto provocó la respuesta y el interés de feministas neoyorquinas, que analizaban la situación de la mujer. Después, el socialismo incluyó una dama en su lista.
Julieta no se amilanó y fundó el Partido Feminista Nacional por el que se postuló como legisladora en varias ocasiones.Incluso, cuando triunfó el doctor Alfredo Palacios, ello siguió en cantidad de votos obtenidos. No fue poca cosa.
Los principios de su partido se incorporaron aq partidos nacionales de San Juan y Mendoza. Disertó en la Universidad Nacional de La Plata y previó golpes totalitarios en Sudamérica. Entrevistó al doctor Marcelo Torcuato de Alvear para comentarle alternativas antiautoritarias. Bregó por los derechos y mejoras laborales femeinas e infantiles.
Murió en un accidente bastante sospechoso el 23 de febrero de 1932. Un auto la atropello en pleno centro de Capital, y existen dudas si realmente fue un accidente o si por el contrario, fue un atentado, porque su prédica molestaba.
Vivió en una vieja casona de la calle Mitre, en la zona del actual Berazategui, que aún se mantiene con toda su historia a cuestas.
Precisamente, vale reiterar que la periodista Ana María de Mena hizo una profunda investigación de su vida, detallando los tiempos de su residencia quilmeña, incluso su labor mereció el reconocimiento de la gente de su época, aunque sólo fue sacada del olvido con trabajos como los de esta periodista, que bregó para que de alguna manera se mantenga su nombre en el recuerdo.
Lamentablemente, todavía Quilmes no le ha brindado el merecido reconocimiento y el caso de la Unidad Sanitaria de la ribera es un ejemplo.

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