Después de aquella injusta derrota en Tucumán, ante el líder San Martín, Quilmes entró en crisis. Primero fue la caida con Chicago en el Centenario y luego, el pálido y laborioso empate con Defensa en Varela.
Aparecieron algunas nubes de preocupación en el cielo Cervecero, y este partido con Almirante Brown era la oportunidad para disiparlas.
Ganó Quilmes 2 a 0, con justicia, sobre todo por lo realizado en el complemento. En el primer tiempo todo fue muy pobre, con más lucha que juego, donde prevaleció el visitante, que jugó el partido que mejor le cae al técnico Giunta.
La pelota estuvo bastante maltratada, prácticamente no hubo peligro en las vallas y la gente que se acercó al Centenario se aburrió bastante, expresando con los silbidos el abucheo por lo producido por ambos, fundamentalmente por el local. No hay que olvidar que los visitantes no pueden acercarse a las canchas.
Así las cosas, el poco público asistente, reprobó la actuación del Cervecero y esperó una recuperación en el segundo tiempo.
Felizmente, mejoró el equipo del doctor Fanesi, el partido se abrió con el gol de Diego Sequeira, y el ganador pudo empezar a jugar, como no lo había hecho en la primera etapa.
Almirante pareció sentir el golpe, sus posibilidades naufragaron y entonces fue Quilmes el que marcó las diferencias. Llegó el gol de Vidal Sosa, al empalmar un córner y la valla defendida por Campestrini pasó por mayor zozobra.
Curiosamente, sobre el final Almirante, que se quedó con 10, generó algún peligro, más por errores del local que por méritos propios, puntualmente por un grueso error del arquero Marcelo Pontiroli, quien sacó un balón y se lo sirvió a un adversario.
De todas maneras, el triunfo sirve para seguir con la ilusión a cuestas en este torneo al que le falta recorrer muchísimo camino.
Quilmes, ahora con 23 puntos, al igual que su próximo rival Chacarita -juegan el jueves en partido televisado, en cancha de Argentinos Juniors- está a cinco unidades del líder San Martín de Tucumán.
Los tres puntos permiten trabajar con un mejor clima, teniendo en cuenta el importante encuentro que se viene muy pronto. Lógicamente, habrá que mejorar algunas cuestiones de funcionamiento, pero la mejoría sirve para el futuro. Como para pensar que las crisis no deben oscurecer el futuro, en todo caso deben servir para buscar las razones y tratar de recuperar la memoria.
Almirante, hay que reconocerlo, venía muy entonado con sus últimos resultados, como los 4 goles a Talleres y los 3 a Ben Hur. En Quilmes prácticamente no pudo plasmar nada de lo anterior y terminó derrotado por un local, que quiere volver a creer que tiene con qué para ser protagonista, repetimos, en el que junto al Cervecero son muchos los que pretenden lo mismo, primeramente alguno de los dos primeros lugares, que dan el pasaporte a primera, y en su defecto, el tercero o cuarto puesto para jugar la Promoción. De todas maneras, hoy por hoy falta tanto que lo importante es seguir con el bajo perfil, con el paso a paso, que va a servir para continuar sosteniendo que las posibilidades están bien firmes.
El Barba Gutiérrez
El intendente electo, Francisco Gutierrez, estuvo en el estadio Centenario y en el entretiempo recibió un presente de las autoridades del Cervecero. Recordemos que días atrás había concurrido al estadio del Mate.
El Barba está recorriendo el tramo de la transición hasta el 10 de diciembre, cuando asuma la comuna, para sentarse en el sillón de Sergio Villordo.
Un asiduo concurrente a la tribuna popular señaló que no le alcanzaba la memoria para recordar cuánto hacía que un intendente no pisaba el césped del Centenario. Sergio Villordo, mencionaba, estuvo en las plateas alguna vez, sobre todo en el tiempo de la Copa Libertadores, pero no pisó el césped. Del anterior, Ferbabdi Geronés, tampoco recordaba algo por el estilo.
Aparecieron algunas nubes de preocupación en el cielo Cervecero, y este partido con Almirante Brown era la oportunidad para disiparlas.
Ganó Quilmes 2 a 0, con justicia, sobre todo por lo realizado en el complemento. En el primer tiempo todo fue muy pobre, con más lucha que juego, donde prevaleció el visitante, que jugó el partido que mejor le cae al técnico Giunta.
La pelota estuvo bastante maltratada, prácticamente no hubo peligro en las vallas y la gente que se acercó al Centenario se aburrió bastante, expresando con los silbidos el abucheo por lo producido por ambos, fundamentalmente por el local. No hay que olvidar que los visitantes no pueden acercarse a las canchas.
Así las cosas, el poco público asistente, reprobó la actuación del Cervecero y esperó una recuperación en el segundo tiempo.
Felizmente, mejoró el equipo del doctor Fanesi, el partido se abrió con el gol de Diego Sequeira, y el ganador pudo empezar a jugar, como no lo había hecho en la primera etapa.
Almirante pareció sentir el golpe, sus posibilidades naufragaron y entonces fue Quilmes el que marcó las diferencias. Llegó el gol de Vidal Sosa, al empalmar un córner y la valla defendida por Campestrini pasó por mayor zozobra.
Curiosamente, sobre el final Almirante, que se quedó con 10, generó algún peligro, más por errores del local que por méritos propios, puntualmente por un grueso error del arquero Marcelo Pontiroli, quien sacó un balón y se lo sirvió a un adversario.
De todas maneras, el triunfo sirve para seguir con la ilusión a cuestas en este torneo al que le falta recorrer muchísimo camino.
Quilmes, ahora con 23 puntos, al igual que su próximo rival Chacarita -juegan el jueves en partido televisado, en cancha de Argentinos Juniors- está a cinco unidades del líder San Martín de Tucumán.
Los tres puntos permiten trabajar con un mejor clima, teniendo en cuenta el importante encuentro que se viene muy pronto. Lógicamente, habrá que mejorar algunas cuestiones de funcionamiento, pero la mejoría sirve para el futuro. Como para pensar que las crisis no deben oscurecer el futuro, en todo caso deben servir para buscar las razones y tratar de recuperar la memoria.
Almirante, hay que reconocerlo, venía muy entonado con sus últimos resultados, como los 4 goles a Talleres y los 3 a Ben Hur. En Quilmes prácticamente no pudo plasmar nada de lo anterior y terminó derrotado por un local, que quiere volver a creer que tiene con qué para ser protagonista, repetimos, en el que junto al Cervecero son muchos los que pretenden lo mismo, primeramente alguno de los dos primeros lugares, que dan el pasaporte a primera, y en su defecto, el tercero o cuarto puesto para jugar la Promoción. De todas maneras, hoy por hoy falta tanto que lo importante es seguir con el bajo perfil, con el paso a paso, que va a servir para continuar sosteniendo que las posibilidades están bien firmes.
El Barba Gutiérrez
El intendente electo, Francisco Gutierrez, estuvo en el estadio Centenario y en el entretiempo recibió un presente de las autoridades del Cervecero. Recordemos que días atrás había concurrido al estadio del Mate.
El Barba está recorriendo el tramo de la transición hasta el 10 de diciembre, cuando asuma la comuna, para sentarse en el sillón de Sergio Villordo.
Un asiduo concurrente a la tribuna popular señaló que no le alcanzaba la memoria para recordar cuánto hacía que un intendente no pisaba el césped del Centenario. Sergio Villordo, mencionaba, estuvo en las plateas alguna vez, sobre todo en el tiempo de la Copa Libertadores, pero no pisó el césped. Del anterior, Ferbabdi Geronés, tampoco recordaba algo por el estilo.
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