El actor Fernando Peña se presenta el jueves 15 de noviembre a las 21 en la Biblioteca Moreno, Belgrano 450, Bernal, con sus monólogos "Ni la más puta..." y "Sit down tragedy".
Fernando nació en Montevideo, Uruguay, y su familia se radicó en la Argentina cuando era muy chico. Su padre, Pepe Peña, fue un destacado periodista deportivo que junto a Dante Panzeri produjeron una auténtica revolución en la materia.
El actor siempre se caracterizó por su desparpajo y su impronta. Ha dicho que cada vez que le hacen un reportaje siente una extraña sensación de claridad mental. "Tal vez por eso me someta a tantos, me voy explicando... a mí mismo, mi historia, mi presente".
En referencia al monólogo "Ni la más puta..." ha sostenido que en materia de afiche (ese mismo que está en la entrada de la Biblioteca de Bernal) prefirió detenerse en la infancia, y en la soledad que sentía. "Mi papá y mi hermano se iban a comer al puerto, yo decidí quedarme. Mi papá me tomó esa foto antes de salir. Tengo grabado ese instante antes de mi ansiada soledad, ese momento en que la cámara hizo clic, salió el flash... y pensé: por fin se van".
"En ese momento de la foto no tenía ni la más puta idea de qué iba a hacer solo en la habitación, y si miran bien, verán que estoy sentado de una manera trágica, hasta parece que el teléfono fuera a sonar.
Destacó que mucha gente le pregunta si el de la foto realmente es él, y la respuesta es positiva, en el Hotel Provincial, en 1971... "y ahí estoy, de verdad, listo para hacer radio... como siempre ... para siempre".
Precisamente, a la radio lo llevó Lalo Mir, quien lo descubrió en una aerolínea donde era comisario de a bordo y solía divertirse haciendo voces, como la cubana Milagritos. Desde la radio construyó su personaje, nunca negó su sexualidad y cautivó desde El Exprimidor.
En el otro monólogo que presenta en Bernal, bajo el título "Sit down tragedy", se contrapone al Stand Up Comedy americano con el dramatismo de sus monólogos más fuertes.
Personajes sentados, incluso el propio Fernando, en un inodoro, en un escritorio de oficina, en una reposera de playa narrando la trágicomedia de vidas que nunca se ponen de pie. Según Peña se trata de un "trabajo que a mí mismo me sorprende".
Fernando nació en Montevideo, Uruguay, y su familia se radicó en la Argentina cuando era muy chico. Su padre, Pepe Peña, fue un destacado periodista deportivo que junto a Dante Panzeri produjeron una auténtica revolución en la materia.
El actor siempre se caracterizó por su desparpajo y su impronta. Ha dicho que cada vez que le hacen un reportaje siente una extraña sensación de claridad mental. "Tal vez por eso me someta a tantos, me voy explicando... a mí mismo, mi historia, mi presente".
En referencia al monólogo "Ni la más puta..." ha sostenido que en materia de afiche (ese mismo que está en la entrada de la Biblioteca de Bernal) prefirió detenerse en la infancia, y en la soledad que sentía. "Mi papá y mi hermano se iban a comer al puerto, yo decidí quedarme. Mi papá me tomó esa foto antes de salir. Tengo grabado ese instante antes de mi ansiada soledad, ese momento en que la cámara hizo clic, salió el flash... y pensé: por fin se van".
"En ese momento de la foto no tenía ni la más puta idea de qué iba a hacer solo en la habitación, y si miran bien, verán que estoy sentado de una manera trágica, hasta parece que el teléfono fuera a sonar.
Destacó que mucha gente le pregunta si el de la foto realmente es él, y la respuesta es positiva, en el Hotel Provincial, en 1971... "y ahí estoy, de verdad, listo para hacer radio... como siempre ... para siempre".
Precisamente, a la radio lo llevó Lalo Mir, quien lo descubrió en una aerolínea donde era comisario de a bordo y solía divertirse haciendo voces, como la cubana Milagritos. Desde la radio construyó su personaje, nunca negó su sexualidad y cautivó desde El Exprimidor.
En el otro monólogo que presenta en Bernal, bajo el título "Sit down tragedy", se contrapone al Stand Up Comedy americano con el dramatismo de sus monólogos más fuertes.
Personajes sentados, incluso el propio Fernando, en un inodoro, en un escritorio de oficina, en una reposera de playa narrando la trágicomedia de vidas que nunca se ponen de pie. Según Peña se trata de un "trabajo que a mí mismo me sorprende".
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