ADIOS A LA CARROZA

En Casa de Arte Doña Rosa, Colón 279, se dieron las dos últimas funciones de la obra Esperando la carroza, de Jacobo Langsner. Esta pieza se repuso a pedido del público que colmó las instalaciones de Colón 279, Quilmes, y pudo disfrutar de un clásico del grotesco, con los actores del Grupo Babel y de la propia Casa de Arte.
La historia de mamá Cora, que en este caso interpretó Baby Tagnochetti, es el centro de la escena, en base a la cual se pinta a una familia que de pronto se da cuenta de lo que significa esa anciana, en función de la cual se revelan los sentimientos más profundos, positivos y negativos, con mucha hipocresía, ironía y buen humor, pero ese humor que deja pensando.
Como nota de color hay que destacar la presentación de la pequeña Paloma Longueira, quien hace de sí misma con un desparpajo y una naturalidad que le anticipa, por qué no pensarlo, una carrera en el difícil arte de las tablas. Lógicamente, tiene un largo camino a recorrer pero este primer paso, teniendo tan poco edad, es digno de celebrar.
Doña Rosa volvió a mostrar, en este caso con la eficaz dirección de Alejandro Casagrande, que el teatro tiene en el sitio de Gustavo Castignola un lugar primordial.

Arte eterno

Doña Rosa también ofrece arte en sus paredes, en este caso las obras de mosaico bajo el título El arte eterno, con artistas del Taller Azzurro. Entre esas obras dedebe destacarse El abrazo, con Eva y Juan Perón en un momento histórico del famoso matrimonio, con la especial expresión de la artista Lilian Lucía Luciano.
Vale la pena visitar esta muestra de varios artistas porque como dice el profesor Luis González Pinto el arte milenario ha quedado para siempre, con otras desde siete siglo antes de Cristo, y esta muestra también, como para contar a otras generaciones cómo y quiénes exponían allá por el año 2007 después de Cristo.

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