HECHO EN QUILMES

Gustavo Castignola concretó el sueño del libro Hecho en Quilmes, editado por El Monje. Se trata de un viaje por las obras que vistieron el escenario de Casa de Arte Doña Rosa, Colón 279, Quilmes, desde su creación, empezando con la pieza que escribió junto a Adrián Mulet, En Quilmes, Picnic... un río con historia.
Vale recordar que en medio de la crisis del 2001, que atacó a todo el país, este fabricante de sueños construyó un teatrito en Quilmes, en una antigua casona ubicada en el corazón histórico de la ciudad. Con el apoyo de la familia y de algunos amigos, levantaron una sala que ya lleva siete años albergando de alguna manera a músicos, actores, escenógrafos, vestuaristas y demás gente del colorido teatro local.
Con el libro Gustavo Castignola ha querido dejar testimonio de los trabajos presentados en el escenario, comenzando con Picnic.. y siguiendo con el poema Yo fabrico sueños, De chapa, madera y corazón, De Italia a Bernal, Estación Quilmes, Manolo... un pájaro perdido, Fin de escena, La vida de Chichilo, Esperando al de la coca, La cantina...
Este autor, que da rienda suelta a la nostalgia, ha escrito un poema casi como una declaración de principios, Yo fabrico sueños, y vale la pena compartir la letra porque resume el espíritu de quien cree en las utopías.
Yo fabrico sueños, los hago a medida/ acérquese y vea qué curiosidad/ en este escenario y bajo estas luces/ despiertan las musas de nuestra ciudad.
Vea, yo no miento, entre que empezamos/ hoy cantan los mudos y los ciegos ven/ soy de los que creen que las vacas vuelan/ y que Doña María puede ser vedette.
Usted tal vez piense que me he vuelto loco/ eso es lo que dice siempre mi mujer/ a veces se asusta mientras yo me creo/ un día el Quijoten y otro día Gardel.
Ya sé, no me cuente, le duele la vida/ el amor esquivo, el destino cruel/ al final de cuentas y después de todo/ a mí me pegaron tanto como a usted.
Vamos no se rinda, la vida es sainete/ ya está el decorado listo para el show/ venga con lo puesto y nuestra vestuarista/ dejará su facha como en Napoleón.
Esta vieja casa llena de colores/ la habitan ilusos, locos como yo/ Venga a Doña Rosa y tire la chancleta/ Yo fabrico sueños en cada función.
Así es la propuesta de este fabricante de sueños. Casa Doña Rosa es una gran realidad, y el libro una síntesis de su pensamiento hecho teatro. Los sueños que llevan a ser un día Quijote y otro, Gardel. Más allá de las adversidades, A mí me pegaron como a usted, vale la pena seguir a un soñador Hecho en Quilmes.

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