El fútbol sigue honrando a Dante Panzeri, quien en los 60 definió el fútbol como dinámica de lo impensado.
Así ocurrió en la noche lluviosa del lunes pasado en el Estadio Centenario, cuando empataron 1 a 1 Quilmes y Ben Hur. Se enfrentaban los extremos del torneo Nacional B, y sin embargo hubo reparto de puntos.
Aquí no cuentan los merecimientos. Porque Quilmes estuvo más cerca pero no definió las situaciones que tuvo, así el golazo de Marclay no alcanzó, porque en una jugada aislada -la única llegada de los rafaelinos- el visitante logró el empate y lo festejó como un triunfo.
Para Quilmes, sonó a derrota porque se imaginaba un triunfo sin problemas, y terminó siendo, en el lenguaje panzeriano, lo impensado.
El Cervecero resignó la posibilidad de quedar solo en la punta y debió conformarse con el segundo lugar, compartido con los tucumanos.
Como todo partido de fútbol, queda la moraleja. En fútbol, como en la vida, no se gana antes de jugar. La camiseta sóla ya no alcanza, hay que demostrar en cada ocasión en el campo de juego.
Ben Hur hizo tiempo, puso nerviosos a los simpatizantes del Decano y terminó haciendo el mejor negocio, porque se fue más contento que su rival.
Después de la histórica victoria en Mendoza, se imaginaba que el equipo del doctor Fanesi no tendría problemas en sumar de a tres en casa. Pero no fue así. Por primera vez en el torneo, cayó la valla de Potiroli, y algunos pensaron en los fantasmas de aquel partido de la tercera fecha con Tiro Federal.
De todas maneras, cada encuentro es una buena enseñanza. Este es un equipo con muchos jóvenes, y lógicamente, se puede caer en exceso de confianza y sufrir las consecuencias.
El fixture determina que el domingo a las 15.30 Quilmes vuelva a ser local, esta vez con Instituto que viene de un buen triunfo sobre Unión de Santa Fe en Córdoba. Se espera que esta nueva ocasión en casa se pueda aprovechar, sin desconocer la jerarquía del rival pero suponiendo que tendrá una actitud más abierta que este Ben Hur, que se metió atrás, hizo tiempo y terminó festejando.
Falta muchísimo en este intenso y larguísimo torneo. Hay mucha paridad y Quilmes sigue estando en el lote de los que pretenden ser protagonistas. instituto será una buena excusa para recuperar el terreno perdido.
Y volviendo al principio, Panzeri mediante, el sábado empiezan las eliminatorias. Suponer que Argentina le gana a Chile es hacer caso a los antecedentes y a la jerarquía de los jugadores albicelestes, pero no hay que olvidar el lema de la dinámica de lo impensado, como para no sorprenderse si los trasandinos complican a los muchachos del Coco Basile.
Así ocurrió en la noche lluviosa del lunes pasado en el Estadio Centenario, cuando empataron 1 a 1 Quilmes y Ben Hur. Se enfrentaban los extremos del torneo Nacional B, y sin embargo hubo reparto de puntos.
Aquí no cuentan los merecimientos. Porque Quilmes estuvo más cerca pero no definió las situaciones que tuvo, así el golazo de Marclay no alcanzó, porque en una jugada aislada -la única llegada de los rafaelinos- el visitante logró el empate y lo festejó como un triunfo.
Para Quilmes, sonó a derrota porque se imaginaba un triunfo sin problemas, y terminó siendo, en el lenguaje panzeriano, lo impensado.
El Cervecero resignó la posibilidad de quedar solo en la punta y debió conformarse con el segundo lugar, compartido con los tucumanos.
Como todo partido de fútbol, queda la moraleja. En fútbol, como en la vida, no se gana antes de jugar. La camiseta sóla ya no alcanza, hay que demostrar en cada ocasión en el campo de juego.
Ben Hur hizo tiempo, puso nerviosos a los simpatizantes del Decano y terminó haciendo el mejor negocio, porque se fue más contento que su rival.
Después de la histórica victoria en Mendoza, se imaginaba que el equipo del doctor Fanesi no tendría problemas en sumar de a tres en casa. Pero no fue así. Por primera vez en el torneo, cayó la valla de Potiroli, y algunos pensaron en los fantasmas de aquel partido de la tercera fecha con Tiro Federal.
De todas maneras, cada encuentro es una buena enseñanza. Este es un equipo con muchos jóvenes, y lógicamente, se puede caer en exceso de confianza y sufrir las consecuencias.
El fixture determina que el domingo a las 15.30 Quilmes vuelva a ser local, esta vez con Instituto que viene de un buen triunfo sobre Unión de Santa Fe en Córdoba. Se espera que esta nueva ocasión en casa se pueda aprovechar, sin desconocer la jerarquía del rival pero suponiendo que tendrá una actitud más abierta que este Ben Hur, que se metió atrás, hizo tiempo y terminó festejando.
Falta muchísimo en este intenso y larguísimo torneo. Hay mucha paridad y Quilmes sigue estando en el lote de los que pretenden ser protagonistas. instituto será una buena excusa para recuperar el terreno perdido.
Y volviendo al principio, Panzeri mediante, el sábado empiezan las eliminatorias. Suponer que Argentina le gana a Chile es hacer caso a los antecedentes y a la jerarquía de los jugadores albicelestes, pero no hay que olvidar el lema de la dinámica de lo impensado, como para no sorprenderse si los trasandinos complican a los muchachos del Coco Basile.
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