MEMORIAS DE UN CHICO DE LA CALLE

Se llama Juan José Sánchez y hoy tiene 47 años. Fue "niño de la calle" entre los 8 y los 16, y está escribiendo un libro en el que pretende contar esa experiencia. También tiene proyectos para contener a los "chicos de la calle" de hoy.
"Calculo que para fines de setiembre u octubre el libro estará terminado. Se llama Memorias de un chico de la calle y es autobiográfico. Es mi vida entre los 8 y los 16 años en que me albergó una familia, con ellos estuve hasta que me tocó el servicio militar.
El propósito es plasmar lo que viví, más esa época de una política tan violenta, con amigos desaparecidos.
Recordó que su familia se integraba por su madre, su padre y dos hermanos. "Mi madre envíudó muy joven, yo tenía 8 años, ella hizo su vida con mis hermanos y yo elegí la calle. Somos de Avellaneda y en realidad estuve por todos lados. Desde los 8 años a los 16 recorrí la provincia de Buenos Aires entera y algunas provincias del norte. Iba mucho para Saladillo, 25 de Mayo, Chivilcoy, Mar del Plata, y tuvimos la suerte de que nunca nos pasó nada. Eramos chicos de la calle que vendíamos arriba de los trenes, cantábamos en los colectivos para hacer unos mangos para poder sobrevivir.
No podía faltar el paralelo con los "chicos de la calle de hoy". Juan José dijo que "la experiencia es distinta. La calle es distinta, se manejan otros códigos, aparte la gente que había antes en la calle no es la misma de ahora. En su momento, cuando yo viví la calle, la gente grande no ofrecía falopa, no te daba de tomar ni había tanta prostitución como ahora.
Hoy, entre la prostitución, la droga y el alcohol hacen estragos. A diario vivo el tema de los chicos de la calle de Constitución porque paso por ahí a las cinco o seis de la mañana y veo cosas que realmente no me asustan pero sí me sorprenden. Pibes con pegamento o fumando paco, pibes y los que no lo son, más el tema de la prostitución. Es impresionante que se prostituyan en la vereda, tengan sexo en una esquina o en la vereda, mientras el policía en la otra cuadra hace la vista gorda.
Al hablar de las enseñanzas de la llamada "universidad de la calle", expresó "yo siempre digo que tuve que luchar contra lo que es el ejemplo que pongo de tres animales, y sostengo que había que estar al acecho de la culebra, del felino gigante y del insecto venenoso. Estas son las tres cosas que acabamos de nombrar. Y bueno, tomé lo bueno, lo regular y lo malo para no hacerlo, y hoy en día, con los proyectos que tengo, espero poder enseñar y decir que no tomen lo malo. O sea, el tema de la droga creo que es el principal.
Juanjo afirmó haber tenido la suerte "de venir de una cuna de nacimiento, la cual lleva a no hacer un determinado tipo de cosas. Si bien conviví con todo tipo de gente, dormí en la calle, viví en villas, incluso una conocida de Quilmes, siempre digo que pasé parte de mi niñez, o sea aprendí todo lo que hoy sé. Uno convive con todo tipo de gente ... y un determinado día se me dio por irme, la misma gente de la villa me decía que me fuera porque no era para mí. Repito que un determinado día alguien interiormente me dijo que debía cambiar, opté por irme, laburar. Tuve la suerte que una familia me agarró por dos años, me tuvo, me dieron bastante ... Bueno, conocí todo lo malo, probé un montón de cosas, y todo eso que probé y lo malo que conocí la vida me enseñó a no tomarlo.

Algo de balance

Juanjo nació en 1960, sí el mismo año que Diego Maradona. "Haciendo hincapié en Diego, yo creo que a veces uno tiene todo para ser bueno y no lo logra, y otros, cuando tomamos conciencia de lo malo y de lo que no tenemos que hacer, tratamos de empezar a cuidarnos y hacer una vida distinta. Tuve la suerte de poderme educar solo, todo lo que hoy sé es lo que puedo plasmar en ese bendito libro.
En la actualidad trabaja en una empresa de seguridad, tiene tres hijos y está separado desde hace unos años. Sus hijos son adolescentes y se llaman Ernesto, Lisandro y Gonzalo.
"A mis hijos les aconsejo que tomen los buenos ejemplos y que los sigan. Ellos tienen la suerte de poder estudiar, yo no la tuve. El más grande estudia en el industrial y los otros dos lo hacen en un colegio privado por suerte. Su madre, si bien estamos separados, los está criando muy bien.
El consejo es que no tomen lo malo, porque hoy lo malo está al alcance de cualquiera. No hace falta que tenga plata como en esa época, pero yo creo que tienen buenos ejemplos. No sé si les di buenos ejemplos a mis hijos, creo que no, hice muchas cosas malas. Como en todo matrimonio uno hace macanas y después se arrepiente. El buen ejemplo ahora es que ven las notas de los diarios, saben el tema del libro, asimismo los proyectos que tengo, y eso los está estimulando para no hacer cosas malas.

Una biblioteca

Desde el punto de vista social, Juanjo Sanchez señaló que su intención pasa por "ayudar a toda la gente desprotegida, que son los pibes de la calle, a fin de poder insertarlos en la sociedad, más que nada a los padres porque ahí hay que hacer hincapié en la casa. Tengo un proyecto de abrir una biblioteca popular en Florencio Varela. También un proyecto de una granja escuela, y estoy viendo de qué manera puedo conseguir un montón de cosas, y ahí empezar a hacer un trabajo social lindo.
"Todavía no pude hablar con el intendente de Varela ni tampoco tengo la llegada como para que me reciba. Me interesaría que alguien se preocupara y me dé la oportunidad de hacerlo, porque uno tiene la actualidad y la práctica, que es lo que uno ha vivido.

El futbolista

Otra de las facetas que desarrolló en su vida Juanjo es el futbolístico. "En 1973, con la vuelta de Perón y con él en la presidencia se realizó un campeonato llamado Evita Proyección Hombre Nuevo 73. Fueron a ver a un jugador de mi equipo en Bernal y se llevaron a tres para Racing, entre ellos yo. Hice parte de las inferiores e incluso fui titular en la tercera. Después jugué un tiempo en Argentino de Quilmes, también en Azul, en los regionales, en la Liga de Dolores y después me tocó la colimba. Cuando estaba por salir del servicio militar, se produjo la guerra de Malvinas, fuimos a buscar a los heridos, volvimos y estuve un tiempo sin jugar. Empecé a buscar club, jugué en Paraguay, más tarde viajé por temas laborales a España y estuve dos años y medio, visitando países pegados a la Madre Patria. Volví a la Argentina y jugué en All Boys de La Pampa. Rigante, quien era arquero de Independiente, me llevó a jugar a Azul.
Juanjo hizo de todo, así contó que "fui gerente de relaciones públicas de la Casa de Troilo y ahí volví a ver a Rigante y a Ruth Durante".
Da toda la impresión de haber superado el estigma de ser "chico de la calle" y así lo reflexionó: "Sin duda, llega un momento en que eso hay que superarlo",
Hablando de lo que debe hacerse con los "chicos de la calle", afirmó que "desde La Plata, donde está el centro del poder, para abajo hay que buscar una ley para contener a esos pibes. No encerrarlos en un correccional porque salen peor. Hay que tomar conciencia de que hay que reinsertarlos en la sociedad".
Agregó que "estoy viendo si empiezo a caminar algunos barrios con gente que me vino a ver, para comenzar a hacer algo. Por lo menos empezar a enseñar, porque son pibes que no van a la escuela. Tengo un proyecto que va desde jardín de infantes hasta cerca de los 16 años para que trabajen la tierra, fabriquen su propio sustento y de paso, darles un futuro".
Por último habló de la fórmula para salir de la calle y encarrilarse en la vida. "Yo creo que hay que tener mucha personalidad, en el sentido de que hay que pelear contra muchas cosas. La realidad, como decíamos antes, hoy el paco hace estragos en los pibes.
En mi época no se hablaba de paco. Estaba la cocaína en un nivel muy alto y selecto, y sobre todas las cosas me manejó mucho de noche en Capital. Bailo el tango desde muy chico. Siempre anduve con gente grande pero el grupo que manejaba la droga era muy selecto, la mayoría gente que trabajaba en florerías y cocherías, la gente de la noche y el ambiente del boliche. Pero no te ofrecían vino ni tampoco estábamos tirados por ahí.
Este empleado de una empresa de seguridad dice estar buscando su proyecto a futuro "si puedo y si no, aunque tenga que dejar la vida en eso, lo voy a hacer. No me callo lo que pienso, lo digo y el futuro ... no sé. Mi presente es éste, quiero hacer algo por la gente. Me levanto todos los días a las cuatro de la mañana, vuelvo a las nueve de la noche, me siento frente a la máquina de escribir y le doy duro, veo cosas, voy armando proyectos, tengo una carpeta bastante gorda y espero que algún día alguien me llame para ver lo interesante que estoy haciendo".
Palabra de Juanjo. Toda una experiencia de vida, muy rica por cierto, y ahora habrá que esperar el libro, que sin duda promete mucho.

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