FERNANDO DEL VALLE

Con una excelente coloratura vocal, que redondea su "salteñidad", Fernando Del Valle ha vuelto al ruedo, después de una larga ausencia. El CD "Parece que nada ha cambiado" sintetiza el sentimiento hecho disco.
En esta ocasión no falta "Canción para mi padre", un destacado homenaje a su progenitor. Fernando estuvo alejado de los escenarios, tras haberse desvinculado del maestro Alberto Castelar. Pero nunca perdió el camino, y eso se nota en la ocasión porque sus ganas siempre estuvieron intactas.
En esta oportunidad cuenta con la colaboración de Coco Díaz, al interpretar su tema "Del tiempo de mi niñez", con el aporte de Coco en la entrada y en el intervalo. También brindan lo suyo las legendarias "Voces Blancas" y el bandoneonista Quique Ponce.
La excursión musical que afronta Fernando es saludable. Con sabor a río, Salta, valles calchaquíes y un país que vale la pena vivirlo, el artista entrega su talento para delicia de la audiencia. Hay algo de Barocela en "Así será", un reconocimiento a los próceres que dio la historia del norte argentino en "Encuentro casual", una maravillosa expresión del amor con "Así defino al amor".
La mítica "Zamba del carnaval", de Leguizamón y Castilla, la obra de Peteco Carabajal "El embrujo de mi tierra", el homenaje a alguien que desde su peña ayuda a los artistas en "Tomate un vino con Fanny" y "Juntito a tí" completan el CD, no debiéndose dejar de destacar el romanticismo y la nostalgia de "En verano volverás".
Fernando Del Valle lo hace posible. Ha vuelto con todo, y vale pena aplaudir esta saludable decisión.

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