En el órgano oficial, diario de papel, que muestra una especial adhesión al kirchnerismo, Página 12, se especula con la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia adelante la condena a Cristina Kichner, en todo caso ratificando las os condenas que le aplicaron los tribunales en distintas instancias.
La corrupción por la causa vialidad es el gran fundamento para la sanción.
Frente a ello en Página 12 se publican expresiones de allegados a la ex presidenta y ex vicepresidenta, que sin ponerse colorados sostienen que si Cristina va a aparesa peligra la democracia, al menos como se la conoció desde 1983.
En ese sentido, el kircherismo/peronismo se atrinchera en la sede del PJ, de la calle Matheu, y con la excusa de recordar la Operación Masacre del 9 de junio de 1956, en que fueron fusilados militantes peronistas que se levantaron junto al general Juan José Valle contra la dictadura de Pedro Aramburu e Isaac Rojas, están pergeñando una reacción, repetimos, si finalmente se confirma la prisión de CFK.
La realidad, que es la única verdad, como recordaría el general Peron, muestra una avalancha de pruebas que condenan a CFK por la corrupción llevada a cabo desde el poder, junto al rey de las obras públicas en Santa Cruz, Lázaro Báez, preso por su estafa al Estado.
El ladero de Cristina Kirchner, el senador Oscar Parrilli, lidera la convocatoria (el mismo que en los diálogos telefónicos con CFK, su jefa, coincidía en que había que "apretar a los jueces").
La democracia se basa en la división de poderes. Y si la Suprema Corte toma la determinación que se anuncia, habrá que decir que la República da una muestra de transparencia, porque en el caso, que lleva muchísimos años de desarrollo, termina con lo que corresponde: el fallo del máximo tribunal de justicia de la Nación.
No está en peligro la democracia, en todo caso la ponen en peligro los que se apartan de la ley y se aprovechan del Estado para dar rienda suelta a la corrupción, la impunidad, el cinismo y la hipocresía.
Comentarios