El ataque ayer a un local de la Libertad Avanza, de Quilmes,
así como a TN y Canal 13 son indicios de un grupo minúsculo que no respetan la democracia y que quieren pudrir la República.
Mientras esto ocurre la jefa baila en el balcón de su domicilio en Humberto Primo y San José, en el barrio de Constitución, y saluda a los fans que la ven como una estrella de rock.
Sin embargo, hay cinco días en marcha, que son los que debe transitar CFK hasta llegar al lugar donde va a estar presa.
Ella quiere estar en ese domicilio y hasta se da el lujo de pedir que sea sin tobillera.
Fue condenada con un enorme debido proceso. Se transitaron todos los caminos habidos y por haber en casi dos décadas desde que empezó la causa, por la denuncia de la Coalición Cívica primero y la investigación periodísteica de los Jorge Lanata, Nicolás Winasky, entre tantos profesionales que hicieron una labor encomiable. Las pruebas fueron numerosas contundentes, para justificar la decisión de los dos tribunales, previa a la ratificación de la Corte Suprema.
CFK baila en el balcón y alguien en el departamento la filma, como si nada hubiera ocurrido. Ha sido condenada, debe ir presa y no puede dejar de lado la condición de rea por haber robado a troche y moche.
El juez Jorge Gorini debe decidir el lugar de cumplimiento de la prisión -ella quiere ese domiciio- y los fiscales Luciani y Morla están pidiendo que la pena sea en otro sitio.
Los que están acompañando a CFK cantan "si la tocan a Cristina qué quilombo se va a armar" y ella festeja y lleva su mano a su corazón.
¿Será prisión domiciliaria o una cárcel común? El tiempo dará su veredicto. Lo cierto es que la historia no absolvió a Cristina, como alguna vez le gritó a los jueces del tribunal...
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