El miércoles podría darse una nueva versión de marcha de barras bravas, la izquierda, las organizaciones, el kirchnerismo con el argumento de reclamar por los derechos de los jubilados.
Una causa noble impulsada por sectores que poco bien le hacen a la democracia.
Alguna vez el tema jubilados tendrá una política profunda de consideración por parte de los gobiernos, porque en los últimos tiempos siempre fue un constante retroceso.
Dicen los analistas que para que el sistema funcione debe haber un jubilado cada cuatro activos, pero la realidad hoy muestra que hay un jubilado por cada.... 1,3 activos, lo que hace inviable cualquier sistema. Por eso la gran mayoría de los jubilados cobra una mínima, que con el bono congelado de 70 mil pesos orilla los 323 pesos, una cifra muy lejos de la canasta alimentaria de la clase pasiva que está en 1,2 millones de pesos.
Así las cosas se requiere una reforma previsional revolucionaria que permita que la clase pasiva pueda recibir una remuneración que le permita vivir dignamente, y no como ahora en que lo que se percibe solo significa un 30 por ciento de lo que se debería cobrar.
La famosa movilidad jubilatoria, con el 82 por ciento móvil, quedó fuera de toda posibilidad en los últimos años de kirchnerismo, con la incorporación de 3 millones de personas al sistema sin aportes, además de la decisión de Cristina Kirchner, cuando era presidenta, de bochar ese 82%, arguyendo que si se aplicaba se quebraba el sistema.
La que hoy le dice "che Milei" y defiende a los jubilados, con su gente y los barras, parece haber olvidado esa decisión y hoy borra con el codo lo que decía cuando mandaba.
Nadie puede negar que los jubilados merecen una jubilación digna, pero para que eso ocurra resulta necesario una profunda reforma jubilatoria, que se transforme en una ley histórica que cuente con el apoyo de todas las fuerzas políticas.
Nunca estuvieron bien los jubilados, ni ahora ni antes con otros gobiernos. El sistema no resiste lo que debería ser y mientras no haya voluntad política de esa reforma revolucionaria se seguirá hablando de los jubilados y se los seguirá castigando con sus magros haberes.
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