CAFIERO HABLO DE TERMINAR CON EL DISCURSO DEL ODIO

En su presentación en la Cámara de Diputados de la Nación, el jefe de gabinete Santiago Cafiero sostuvo que hay que terminar "con el discurso del odio que va en contra de la democracia. Es peligroso cuando se ataca a la comunidad científica, se inventan noticias falsas ante una sociedad que está asustada y conmovida".
Y agregó que "le dicen a la gente que no hace falta cuidarse, le dicen a la gente que es posible dividir provincias, que es posible incitar al golpismo con un gobierno catalogado como dictadura y que fue legítimamente elegido por su pueblo".
Parece mentira que uno de los hombres más importantes del país -que ocupa un cargo surgido de la reforma constitucional de 1994- muestre estas expresiones en un recinto como el del Congreso, ante los legisladores y los argentinos.
Cafiero dejó picando muchas inquietudes, y vale preguntarse por qué habla de odio, cuando a la hora de buscar la definición del diccionario nos encontramos que "odio es un sentimiento profundo o intenso de repulsa hacia alguien que provoca el deseo de producirle un daño o que le ocurra alguna desgracia".
También define el diccionario odio como "aversión o repugnancia violenta hacia una cosa que provoca su rechazo".
En otro orden de cosas el jefe de gabinete dijo que "el diálogo político se ejerce y no se declara".
En síntesis, Santiago Cafiero fue muy duro en su discurso, mostrando un rostro que nada tiene que ver con aquel moderado jefe de gabinete de los primeros tiempos (Alberto Fernández también se alejó de la moderación de un principio). ¿Qué le pasó al nieto de don Antonio?

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