Italia sigue padeciendo el coronavirus, y sufre los efectos de la irresponsabilidad de sus habitantes, que tomaron conciencia del flagelo bastante tarde.
Hoy precisamente se anunció que los muertos llegaron a 637 personas y en total suman más de 4000 con más de 47 mil infectados.
Los argentinos debemos comprender el mensaje y teniendo en cuenta la cuarentena, decretada desde las 0 de hoy, hay que cumplir las instrucciones del gobierno para evitar que el mal sea más trágico de lo que se supone.
Si hay quienes no toman en cuenta que es fundamental QUEDARSE EN CASA, tendrán que pensar que los efectos de esa irresponsabilidad pueden ser mayores de lo esperado.
Esto debe ser respetado a raja tabla en todo el país.
Si uno recurre a las redes sociales, desde la patria chica, se conmueve cuando hay quien publica un mensaje como "gente de Quilmes, qué entienden por cuarentena!! Con niños paseando!! Sra. Intendenta: ponga orden. !Por favor!".
Karina Gómez, por ejemplo, dice con crudeza: "Si mueres de coronavirus, morirás solo no tendrás velorio. Tus familiares no estarán contigo. Te tirarán en una bolsa especial con la ropa y sábanas que usaste al morir. Esto no es broma, especialmente dirigido a los que no quieren respetar la cuarentena! Merece ser compartido...".
En la entrada a Pinamar, en las redes se veía a un periodista que filmaba el presunto ingreso de cientos de coches que pretendían ingresar a una ciudad que estaba cerrada al turismo.
Parecía increíble que los automovilistas tomaran la cuarentena como ... vacaciones....
Por eso bien vale lo que recuerda César Longueira, parodiando a Alejandro Magno: "De la conducta de cada uno depende el destino de todos".
QUEDARSE EN CASA
Eleonora Franzetti comenta lo que entiende que mejor explicado, imposible.
"Juan se infecta hoy, pero lo sabrá en 14 días.
Juan cree que está bien y contagiará a diez personas que lo sabrán en 14 días.
Esos 10 creen que están bien y se van a la playa a contagiar a otros 100 que lo sabrán en 14 días.
Nadie sabe quién está bien. Nadie.
Guárdate.
El hastag quedate en casa resume la responsabilidad de esta pandemia y la manera de afrontarla para evitar males mayores.
ABUELO... ABUELO
Leticia Paulina reproduce este diálogo, desconociendo al autor pero valiendo la pena compartirlo.
"!! Abuelo..., abuelo!! En mi libro de historia dice que en marzo de 2020 hubo una pandemia. Tú lo viviste, ¿qué pasó?
"Sucedió que desde China llegó hasta nosotros un terrible virus de gripe que nunca se había conocido antes...".
¿Y luego...?
Todos nos pusimos en cuarentena. Nadie podía moverse de casa, excepto para comprar alimentos, para temas vitales o básicos. Sucedió casi sin esperarlo, de repente, la mañana del 9 de marzo nos encontramos con la vida al revés.
¿Y después?
"Nos quedamos mucho tiempo con el único contacto de la tele e internet, por suerte existían teléfonos, tablets y ordenadores.
La gente se responsabilizó y gracias a ello hemos contaminado menos, hemos aprendido y redescubierto cosas que no creíamos que sabíamos hacer .
Finalmente llegó una nueva y buena temporada. El primer impulso fue salir para volver a conectar físicamente con todos.
El mundo se había parado para nosotros, pero hubo un aspecto positivo: entendimos el valor de las cosas precisamente porque las habíamos perdido.
Y créeme, que el café que bebí cuando el bar volvió a abrir, aunque se hizo con el mismo grano que antes, estaba realmente delicisioso. Y los besos y abrazos guardados supieron a miel.
¿Por qué?
Porque sabía a un país, a una comunidad de personas que con esfuerzo y sacrificio, separadas de sus casas, pero juntas, lo habían, lo habíamos logrado".
Hoy precisamente se anunció que los muertos llegaron a 637 personas y en total suman más de 4000 con más de 47 mil infectados.
Los argentinos debemos comprender el mensaje y teniendo en cuenta la cuarentena, decretada desde las 0 de hoy, hay que cumplir las instrucciones del gobierno para evitar que el mal sea más trágico de lo que se supone.
Si hay quienes no toman en cuenta que es fundamental QUEDARSE EN CASA, tendrán que pensar que los efectos de esa irresponsabilidad pueden ser mayores de lo esperado.
Esto debe ser respetado a raja tabla en todo el país.
Si uno recurre a las redes sociales, desde la patria chica, se conmueve cuando hay quien publica un mensaje como "gente de Quilmes, qué entienden por cuarentena!! Con niños paseando!! Sra. Intendenta: ponga orden. !Por favor!".
Karina Gómez, por ejemplo, dice con crudeza: "Si mueres de coronavirus, morirás solo no tendrás velorio. Tus familiares no estarán contigo. Te tirarán en una bolsa especial con la ropa y sábanas que usaste al morir. Esto no es broma, especialmente dirigido a los que no quieren respetar la cuarentena! Merece ser compartido...".
En la entrada a Pinamar, en las redes se veía a un periodista que filmaba el presunto ingreso de cientos de coches que pretendían ingresar a una ciudad que estaba cerrada al turismo.
Parecía increíble que los automovilistas tomaran la cuarentena como ... vacaciones....
Por eso bien vale lo que recuerda César Longueira, parodiando a Alejandro Magno: "De la conducta de cada uno depende el destino de todos".
QUEDARSE EN CASA
Eleonora Franzetti comenta lo que entiende que mejor explicado, imposible.
"Juan se infecta hoy, pero lo sabrá en 14 días.
Juan cree que está bien y contagiará a diez personas que lo sabrán en 14 días.
Esos 10 creen que están bien y se van a la playa a contagiar a otros 100 que lo sabrán en 14 días.
Nadie sabe quién está bien. Nadie.
Guárdate.
El hastag quedate en casa resume la responsabilidad de esta pandemia y la manera de afrontarla para evitar males mayores.
ABUELO... ABUELO
Leticia Paulina reproduce este diálogo, desconociendo al autor pero valiendo la pena compartirlo.
"!! Abuelo..., abuelo!! En mi libro de historia dice que en marzo de 2020 hubo una pandemia. Tú lo viviste, ¿qué pasó?
"Sucedió que desde China llegó hasta nosotros un terrible virus de gripe que nunca se había conocido antes...".
¿Y luego...?
Todos nos pusimos en cuarentena. Nadie podía moverse de casa, excepto para comprar alimentos, para temas vitales o básicos. Sucedió casi sin esperarlo, de repente, la mañana del 9 de marzo nos encontramos con la vida al revés.
¿Y después?
"Nos quedamos mucho tiempo con el único contacto de la tele e internet, por suerte existían teléfonos, tablets y ordenadores.
La gente se responsabilizó y gracias a ello hemos contaminado menos, hemos aprendido y redescubierto cosas que no creíamos que sabíamos hacer .
Finalmente llegó una nueva y buena temporada. El primer impulso fue salir para volver a conectar físicamente con todos.
El mundo se había parado para nosotros, pero hubo un aspecto positivo: entendimos el valor de las cosas precisamente porque las habíamos perdido.
Y créeme, que el café que bebí cuando el bar volvió a abrir, aunque se hizo con el mismo grano que antes, estaba realmente delicisioso. Y los besos y abrazos guardados supieron a miel.
¿Por qué?
Porque sabía a un país, a una comunidad de personas que con esfuerzo y sacrificio, separadas de sus casas, pero juntas, lo habían, lo habíamos logrado".
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