Se realizó la 42 edición de la entrega de la distinción Divino Maestro que otorga el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC) en reconocimiento y gratitud a los educadores por la trayectoria y vocación al servicio de la educación católica.
Con el lema Yo he venido para que vengan Vida y la tengan en abundancia este acto se llevó a cabo en el Colegio del Salvador de la ciudad de Buenos Aires.
En la ocasión se premiaron a 35 educadores de todo el país. De la diócesis de Quilmes recibieron la distinción Divino Maestro, Marina Ferreres de Mandrioni, directora del Instituto del Profesorado Espíritu Santo de Quilmes, y Antonio Mellino, explorador de Don Bosco del batallón 6 de la Casa Salesiana de Bernal desde hace 50 años y en distintos momentos jefe del batallón, de la región y también a nivel nacional de los exploradores de Don Bosco.
Previo al acto académico con las premiaciones se celebró la misa de acción de gracias en la Iglesia del Salvador, que estuvo presidida por monseñor José María Arancedo, junto a monseñor Carlos José Tissera, obispo de Quilmes, monseñor Alfredo Horacio Zecca y varios sacerdotes.
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